Cuando hablamos de psicópatas todos pensamos en los asesinos en serie de las películas y, en realidad, hay muchos grados de psicopatía y muchas personas con rasgos psicopáticos que utilizan formas tan sutiles para hacer daño a sus víctimas que éstas no se dan cuenta de lo que están haciendo con ellas hasta que ha pasado
demasiado tiempo y a veces, por desgracia, nunca se dan cuenta hasta que han
acabado literalmente con ellas.
Lo primero que he de aclarar es que no soy psicóloga ni psiquiatra y derivo a las
víctimas de estas personas al profesional correspondiente, pero estas
personalidades no solo las vemos los abogados en procedimientos penales, sino
que también en muchos procedimientos civiles, especialmente en temas de
familia, se pueden detectar actitudes y estrategias de tipo psicopático de una
persona con su marido, su mujer, sus hijos, a los que seduce, manipula y ejerce
con ellos una labor de destrucción paulatina hasta acabar psicológicamente con
ellos, por increíble que resulte si pensamos que se trata de su propia familia.
La posición principal del psicópata es la del parásito, que vive a costa de la
persona elegida hasta usarla y consumirla a todos los niveles. Esta actitud la
explica perfectamente el Dr. Iñaki Piñuel en sus libros “Amor Zero” y “Familia
Zero”. El psicópata vive a costa de la persona elegida hasta que encuentre algo
mejor. Entonces, pasará a otra relación sin pestañear, sin remordimientos, ni
culpabilidad, ya que carece de empatía. A la víctima le costará mucho tiempo
entenderlo pero si evita el contacto con esa persona y pide ayuda profesional,
lo podrá conseguir.
¿Cómo es una persona con estos rasgos? Tiene una simpatía y encanto superficial y se
presenta como tu alma gemela hasta que de repente se cansa de ti, te has vuelto
irrelevante para ella, te culpa de todo y nunca admite culpa alguna, te miente
continuamente, simula ser víctima, es arrogante y actúa con ira y agresividad
si no consigue lo que quiere, se aburre fácilmente (no persevera en relaciones
sociales, trabajo, etc), vive del esfuerzo, dinero y trabajo de los demás,
carece de empatía y tiene habilidad para manipular a los demás y conseguir que
éstos hagan lo que ella quiere. No suelen tener amigos o personas de confianza
en su vida.
Desde fuera es relativamente fácil detectar este tipo de personalidades, cuando la
víctima te comenta su forma de actuar en determinados episodios, pero la
persona que lo está sufriendo está cegada, no ve la realidad en su conjunto y
no puede asumir que la persona con la que está casada o mantiene una relación,
es un psicópata (sea en el grado que sea) por más que le des pistas.
Estas personas se burlan de sus víctimas, de su aspecto físico, les dicen que no
sirven para nada, desprecian su inteligencia y sus logros y le quitan cualquier
mérito. Suelen tener adicciones a medicamentos, alcohol o sustancias que les
ayuden a calmar el aburrimiento existencial que sienten. Te hacen sentir
culpable de una forma más o menos sutil y te manipulan para que dudes de ti y
de tu equilibrio psicológico (te puede acusar de celos y de ser posesivo
después de estar flirteando descaradamente con alguien en tu presencia). Sus
relaciones suelen ser tormentosas e inestables y todos sus ex parecen haber
sido personas poco normales. Lo mismo dirá de ti después a terceras personas.
Para los profesionales resulta muchas veces increíble y frustrante ver cómo una
persona que ha sido maltratada psicológicamente durante años y años intenta
volver a retomar la relación con una persona así, que la destruye. Pero las
recaídas con estas personas son frecuentes, porque son absolutamente
manipuladoras.
Si crees que estás siendo víctima de una persona así, estarás confuso, sabes que
algo no funciona, pero no sabes muy bien qué es. Por ello, es conveniente que
leas sobre ello, que obtengas la opinión de otras personas: amigos, familiares,
conocidos. Aunque tú no lo veas, habitualmente las personas de tu entorno sí lo
ven, por lo que es habitual que el/la psicópata intente alejarte de ellos. Es
conveniente que permanezcas atento a lo que hace y no a lo que dice el/la
psicópata (sus palabras suelen ser mentiras o formas de manipularte) y que
pidas ayuda. Es fundamental que te rodees de un grupo de personas que te apoye
incondicionalmente para salir de esa relación. No te avergüences de ello,
porque es imprescindible para que consigas recuperarte.
Es habitual que una persona que ha tenido una relación con alguien así tenga dos
creencias contrapuestas: por un lado crees que te quiere y por otro que es una
persona manipuladora, mentirosa y aprovechada. Ante esta duda, sigues adelante
con esa relación, por lo que la confianza y seguridad en ti mismo, que ya
estaba mermada, va disminuyendo, sientes que no vales nada, te sientes
culpable, te sientes paralizado.
La regla fundamental para salir de esto es que huyas de esa relación y mantengas posteriormente
contacto cero. Cuando existen hijos es difícil, por no decir imposible, que no
haya contacto, pero debes evitarlo lo máximo posible; esto es fundamental
porque si no lo evitas el/la psicópata seguirá intentando manipularte incluso
después de finalizada la relación; intentará convencerte para quedar como
amigos y en cuanto te vea dudando volverá a desplegar sus encantos y sus maniobras
contra ti e incluso manipulará a tus hijos en tu contra. Para estas personas ser
abandonadas por otro es inaudito, por lo que intentarán que vuelvas para poder
finalmente abandonarte cuando quieran.
Espero haber ayudado a identificar algunas características de estas personas que tanto
daño hacen a sus familiares y que si detectas estas actitudes que te están
consumiendo en tu relación de pareja o en tu familia pidas ayuda y huyas antes de que te
termine de consumir.